Buscamos respuestas de como mitigar nuestro malestar e indiferencia más allá de lo inmediato para construir un mundo más humano con derechos colectivos en equidad, armonía y equilibrio en un bonito vivir.
Todo es tormenta de palabras degolladas, hambre, pobreza, desigualdad, violencia, racismo y discriminación total. Hoy nos sentimos más seguras, fuertes y empoderadas a pesar de las tormentas de indiferencia fría sin sentimientos.
No somos sobrevivientes, somos valientes mujeres guerreras que jamás nos rendiremos; somos nosotras mismas en esencia desde la fuerza del ser mujer con nuestro brillo propio, aprenderemos de todas y cada una de sus palabras las dichas y las calladas en el silencio.
Es hora que respeten lo que somos, somos tierra, cosmos y espíritu, somos dadoras de vida y educadoras enseñamos a amar a los hombres en la vida en todas sus formas.
No tenemos buena salud ni educación debido a los sistemas podridos que lucraron en el momento de dolor a costa de la humanidad.
Necesitamos otro horizonte que no divida a una sociedad armoniosa con sensatez. Entiendan que no es disminuir la población. Se equivocaron tratando de dominar la naturaleza poniendo al servicio de sus ambiciones de acumulación de riquezas materiales y lujos innecesarios.
Somos el corazón de la vida manteniendo nuestro latido armonioso, bombeando todas las sangres de los pueblos y de las naciones.
¡Kutin Tuparisun!
!Nuevamente nos encontraremos!
¡Yapaykiñaccha Tullpuy Warmikuna!
!Muy agradecida mujeres de colores!
Arminda Velasco, Coordinadora de Fortalecimiento e Integración de los Pueblos
María Carreño Gaitán, Coordinadora de Derechos Humanos
Sonia Astuhuamán Pardavé, Coordinadora de Mujeres Indígenas
Luz Namicela Contento, Coordinadora de Juventudes
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