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Desde los pueblos indígenas de las siete regiones socioculturales del planeta hacemos expresamos nuestro malestar y preocupación, en vista que nuestros derechos, conocimientos, saberes y soluciones que han superado el paso del tiempo, no han sido incluidos, ni considerados, de manera efectiva en las discusiones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua 2023.
Apreciamos que la Conferencia haya creado una oportunidad para que los Pueblos Indígenas seamos escuchados como titulares de derechos, pero también esperamos que nuestras contribuciones se incluyan en los resultados finales.
Reiteramos que para los pueblos indígenas, el agua es una fuente de sanación y renovación de vida. Somos agua y sin ella no existiríamos. Por lo tanto, rechazamos la mercantilización, privatización y despojo de agua que está siendo implementado por los estados y las entidades del sector privado en todo el mundo.
Es inaceptable que nuestras fuentes de agua sean desviadas a zonas urbanas, mega presas, industrias extractivas y producción agrícola a gran escala, violando de forma sistemática nuestros derechos inherentes y ratificados a nivel internacional como es la autodeterminación, el autogobierno y la autonomía, los medios de subsistencia, la salud, las tierras, los territorios y los recursos naturales, así como el principio del consentimiento libre, previo e informado, entre otros.
Asimismo, solicitamos que se reconozca a los Pueblos Indígenas como sujetos de derechos, garantizando su derecho humano al agua potable y al saneamiento; así como su derecho al consentimiento libre, previo e informado, antes de desarrollar cualquier proyecto que impacte sus territorios.
Planteamos, además, la necesidad de crear un Mecanismo internacional sobre el agua, una Conferencia de las Partes (COP) sobre el agua, con la participación plena y efectiva de los pueblos indígenas.
Asimismo que se garantice la participación de los Pueblos y comunidades Indígenas, en particular de sus juventudes, así como la participación igualitaria de las mujeres indígenas en las tomas de decisiones.
El reconocimiento del papel de las mujeres indígenas como dadoras de vida, pero también como garantes de la sostenibilidad del agua, y su papel como responsables de la transmisión intergeneracional.
Finalmente, pedimos a los Estados, a los organismos internacionales, a las instituciones financieras y al sistema de las Naciones Unidas que apoyen todas las iniciativas y las acciones desarrolladas por los Pueblos Indígenas en la defensa del agua, respetando nuestras propias formas de vida.
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