Los Pueblos Indígenas del Abya Yala, reunidos en la ciudad de Sao Paulo, en Brasil, reafirmamos nuestro compromiso con la resistencia pacífica y la defensa de nuestros derechos, y exhortamos a todos los actores involucrados a trabajar conjuntamente hacia un modelo de desarrollo que respete la dignidad humana, la diversidad cultural y la armonía con la naturaleza.
Hacemos un llamado urgente a los Estados, empresas y organismos internacionales para que adopten medidas concretas que garanticen la protección de nuestros derechos colectivos e individuales.
Demandamos a los Estados el respeto irrestricto del derecho a la consulta y el consentimiento libre, previo e informado (CLPI), garantizando que estos sean procesos contextualizados, obligatorios y vinculantes; respetando los protocolos y formas de organización propia de los pueblos y comunidades.
Los Estados deben acelerar los procesos de demarcación y titulación de los territorios ancestrales, reconociendo su carácter sagrado y vital para su existencia. Reiteramos que nuestros territorios no son meros recursos económicos, sino territorios de vida, espiritualidad y cultura.
Solicitamos la Implementación de programas integrales de protección para líderes, lideresas y comunidades que enfrentan amenazas debido a su labor en defensa de los derechos humanos y territorios.
Es necesaria la creación de marcos legales que regulen las actividades empresariales y sancionen a aquellas que violen derechos humanos o actúen en complicidad con prácticas corruptas y que los Estados desarrollen políticas públicas que fortalezcan las economías comunitarias, sistemas de salud tradicionales y formas de gobernanza propia.
A las empresas, demandamos que asuman plenamente su responsabilidad de respetar los derechos humanos, particularmente los derechos de los pueblos indígenas, reconociendo y respetando nuestros sistemas de gobierno propio, formas de vida y cosmovisiones. Por ello, demandamos la implementación de mecanismos de monitoreo comunitario que permitan la participación activa de nuestras comunidades en todas las etapas de los proyectos.
Las empresas tienen que asegurar que las reparaciones por daños causados sean colectivas, contextuales y acordes con nuestros modos de vida.
Exigimos que se realicen evaluaciones de impacto social, ambiental y cultural con participación activa y consentimiento de las comunidades afectadas antes de iniciar cualquier proyecto, asegurando que se tomen en cuenta nuestras perspectivas y necesidades específicas. Además, se debe evitar prácticas de mitigación que sustituyan la responsabilidad de reparar los daños causados.
Destacamos la necesidad de establecer mecanismos de reparación y acceso a la justicia que sean culturalmente apropiados y accesibles para nuestros pueblos. Se debe reconocer y aplicar nuestros sistemas jurídicos tradicionales en la resolución de conflictos y la restitución de derechos.
Para ello, es imprescindible combatir el racismo, la discriminación y las barreras geográficas, económicas y legales que impiden el acceso a la justicia y garantizar que los Estados y las empresas cumplan con las decisiones judiciales incluyendo decisiones de tribunales internacionales y mecanismos regionales como la CIDH que ordenan la restitución de derechos y la reparación de daños.
Estas son las las principales demandas planteada por los representantes indígenas de América Larina, hacia las empresas, en el marco del Caucus de los Pueblos Indígenas del Abya Yala, evento preparatorio para el IX Foro Regional de las Naciones Unidas sobre Empresas y Derechos Humanos, el cual se desarrolla en Sao Paulo, brasil, del 9 al 11 de abril.
Comments