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Pese a la demanda de fibra de alpaca, la baja rentabilidad que genera la crianza de esta especie viene provocando que la mano calificada que se empleaba para esta actividad este migrando a otros sectores.
Así, lo manifestó el productor alpaquero peruano Godoy Muñoz Ortega, integrante del CNRGALL.
Muñoz Ortega sostuvo que a pesar de la crisis generada por la pandemia del COVID-19, la demanda de la fibra se ha mantenido, pero siguen siendo las grandes empresas las que monopolizan el mercado. “Las utilidades que se generan en este sector no se trasladan a los productores”, indicó.
De otro lado, manifestó que también el cambio climático y el calentamiento global han afectado seriamente a los productores que desarrollan esta actividad en localidades ubicadas en zonas por encima de los cuatro mil metros sobre el nivel del mar.
Lamentó que a pesar que esta es una actividad que ayuda a cientos de familias, herederas de conocimientos ancestrales, los productores sigan siendo invisibilizados.
Por ello, sostuvo que es necesario generar actividades que permitan darle el valor agregado a la fibra de alpaca, a través de la confección de prendas y accesorios elaboradas por los propios productores, empleando las fibras naturales.
En ese sentido señaló que, a manera de recuperar este tipo de actividad de carácter ancestral, hay un grupo de artesanos que vienen realizando replicas de tejidos preincaicos, los mismos que puestos en el mercado tendrían un valor importante en lo económico, pero también, para transformar el futuro de los productores.
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